Días de soledad

¿Nunca te ha pasado que tienes mucho que decir y nadie a quien contar?


Un día te sientes la persona más feliz del mundo y los días siguientes te sientes vacía, como si nada valiese la pena. Cuando esta sensación se produce durante un periodo demasiado largo te preguntas si es mejor esperar a que algo cambie o cambiar tu propia vida...
Cuando eres pequeña tus padres te dicen: créeme, en la vida los auténticos amigos se cuentan con los dedos de una mano. Pero claro, tu te resistes a creerlo. ¿Cómo va a ser eso?, yo tendré como 20 o 30....
Pero el tiempo pasa, tu maduras y te empiezas a quitar la venda que tapaba tus ojos. La lista comienza a empequeñecer a pasos agigantados y llega ese momento en el que te asombras de que tus padres, de una manera u otra, siempre tengan razón.
Ponte a pensar: ¿Cuántos amigos tienes que estén dispuestos a renunciar placeres por tí, que se preocupen diariamente por cómo te sientes o que te intenten hacer feliz por encima de todo?
Hace tres meses pensaba que los podía contar con ambas manos y aún me faltaba. Pero ahora, me da miedo que me esté sobrando una mano, o incluso las dos....